Hoy en Argentina, es el Dia de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Un día en donde se conmemora las víctimas de la Guerra Sucia.
Seguramente, la Prensa Amarillista estará hablando sobre las víctimas, los desparecidos, Las Madres y Las Abuelas de la Plaza de Mayo, tapando totalmente lo que hacian los guerrilleros. Tenemos que tomar en cuenta todos los datos de lo que ocurrió en ése entonces.
Después del Golpe de Estado Militar en el 1976, el Gobierno Militar tomó una respuesta táctico-militar contra las guerrillas debido a la violencia que provocaban.
A pesar de que los Militares realmente no tuvieron la respuesta correcta para contraatacar las guerrillas. En ningún momento durante la dictadura se aplicó la ley y la formación de un tribunal para enjuiciar los lideres de Los Montoneros y el ERP.
Simplemente, agarraban los rebeldes y los mataban, los tiraban al mar, entre otros actos macabros. Suertudos fueron los presos políticos.
Además, hubo varios desparecidos, aunque sigue en cuestión cuantos desaparecidos realmente fueron.
En ningún momento se consultó la Constitución de la Nación Argentina, que según dice en Articulo 18: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley…”
Es decir, las guerrillas y el Gobierno Militar deberían ser los verdaderos culpables por generar una discordia nacional en donde el pueblo termina pagando el precio de un país diezmado.
No obstante, el Proceso de Reorganización Nacional produjo una sensación de seguridad para la mayoría los Argentinos, porque hubo una respuesta directa no solamente contra el terrorismo doméstico, sino también contra la delincuencia y la criminalidad.
Durante la década de los Setentas, en Argentina hubo múltiples ataques del terrorismo doméstico por guerrilleros comunistas. Los Montoneros y el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) fueron los principales guerrilleros que asaltaban en las plazas, comisarías, fábricas, et cétera, en donde mataron gente inocente, Oficiales de Policía, y Los Gendarme, entre otros.
También hubo y sigue habiendo guerrillas en otros países latinoamericanos.
Algunos se convirtieron en partidos políticos. En Uruguay, los Tupamaros, que fueron un grupo de guerrilleros comunistas de la década de los Sesentas, eventualmente se convirtieron en un partido político, llamado MPP (Movimiento de Participación Político) con el apoyo del Frente Amplio, un frente político de la extrema Izquierda. José Mujica, ex-Tupamaro, y líder del MPP terminó siendo el Presidente de Uruguay entre 2010 y 2015.
En Argentina, los Montoneros y el ERP quedaron vencidos por el Gobierno Militar.
Pero el propósito de los guerrilleros sigue. Los que fueron en ese entonces las “victimas” y los “luchadores por la democracia”, ahora son los lideres de la Izquierda Latinoamericana, con el fin de dejar un daño irreversible.
Cristina Fernández de Kirchner, considerada como una de las mujeres más corruptas del mundo, y ex-Montonera, fue Presidenta de la Nación Argentina entre 2007 y 2015, y es actual Vice Presidenta de la Nación.
Anteriormente, durante varios años fue diputada provincial 1989-1995, después fue diputada y senadora nacional por las provincia de Santa Cruz y Buenos Aires entre los periodos 1995-2007 y 2017-2019. Desde 1989, lleva 34 años bogando por política esencialmente socialista, con cientos de millones de dólares ganados en sobornos y actividad ilícita.
Hace unos años atrás, en Colombia se formó un “tratado de paz” entre las FARC y el Gobierno Colombiano, para terminar la violencia y darles una plataforma, que consistió en que formaran un partido político, tal cual como hizo Uruguay con los Tupamaros.
Gustavo Petro, ex-activista socialista, fue el Intendente de Bogotá, que debajo de su gobernación hubo un alto récord de criminalidad. Petro es actual presidente de Colombia.
Justamente ayer, el 23 de marzo, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, el líder de facto socialista de Venezuela se reunieron por tercera vez para hacer acuerdos en relaciones comerciales, pero también para afianzar la política socialista.
En conclusión, La Argentina necesita un nuevo Proceso de Reorganización Nacional para hacer una limpieza profunda del Gobierno Argentino. Para reestablecer la República Argentina, primero hay que eliminar todos los corruptos, traicioneros de la patria, e imponer el estado de derecho para que todos los Argentinos podamos vivir finalmente un país sano.
La misma práctica se debería imponer en toda Latinoamérica.